El test de los test

Viernes de Verano. Toca abrir la tienda por la tarde y esa visita que espero que no viene. Ni viene, ni llama, ni manda señales, ¡hay que ver!, con lo escandalosa que es siempre. Se me pasa por la cabeza, pero no puede ser. Hasta que ocurren estas cosas de verdad, pasan meses, ¿no? es lo normal.

Como tengo que pasar por la farmacia aprovecho, y le pido a la señorita un test. Mi primer test de ese tipo de tests.
El test de los test. Frunzo ceño, sacudo el brazo, y muevo la mano:
-Dame también un test, de los normales, normales

No me creo ni yo lo que estoy diciendo, solo me falta decir, "que sea de los chinos". Total, no puede ser, vamos, puede ser, pero tan pronto, tannnn pronto, seguro que no, seguro - seguro, vaya.  Si lo sabré yo. Pues toma.



Cuando llego a casa, procedo con las instrucciones. Y ahí está, una segunda raya, que no se ve pero que se siente, y no es broma, la jodía parece holográfica, no tiene color. Y según la mires es un sí, un no, o un todo lo contrario. Está claro que esta me cae por pedirlo "de los chinos".

Así, de sorpresa, llegan las primeras dudas de "madre". ¿Eso es un sí? ¿Funcionará bien? ¿Estará caducado? Y vuelvo a la farmacia, con ligeras diferencias respecto a la anterior visita, vamos, que esta vez voy histérica perdida:

-Tú me dirás, esto es un sí, un no, o qué es, y nada de test de chinos, dame ese de la tele que casi habla.
-Aguanta hasta mañana por la mañana para hacerlo de nuevo y seguro que sale bien- me dice la boticaria a modo de despedida.

Sonrío, qué remedio. "Qué te lo has creído tú" digo en alto en cuanto cruzo la calle. Estoy como para aguantar misterios. Subo a la tienda, ya tarde, hablando sola y moviendo las manos, que no es señal de madre en general, pero es herencia de la mía, que a mi hermana también le pasa, cosas de apellido, genética pura.


No hizo falta esperar a mañana. Efectivamente, el aparatito no habla pero es lo único que le falta.

Embarazada. 3 Semanas.

En Arial Bold 12.
Bien clarito.

Siempre he dicho que quería un nene, pero me da que eres niña. Sigo hablando sola:
-Ya estás aquí y eres niña -. Segundo "Epic Fail" del día: más tarde nos enteraríamos, eres un niño, mi niño.

Subo un par de niveles el shock en el que llevo unas horas dando vueltas y desfogo la alegría en una sonrisa de boba que no se me quita ni con ejercicios maxilares. No paran de entrar embarazadas a la tienda. Sabía eso de que te fijabas más y veías a muchas más embarazadas por la calle, pero lo de esa tarde en la tienda es exagerado, progesterona llama a progresterona: - me quedan tres semanas, me quedan dos, estoy de 35 semanas...- yo sigo en bucle shock-sonrisa tonta. Aún no me lo puedo creer.
No quiero nada más que hablar con el otro culpable, pero no hay manera. Cuando trabaja está incomunicado perdido, y para llamarlo tengo que pasar por más centralitas que en un congreso interespacial.
Además mejor olvidar el teléfono. El teléfono no está para esto. Quiero ver su cara cuando lea lo que pone el aparatejo. Si yo estoy en shock, él ni te cuento. Al fin llega la noche, cojo aire, le paso "el test de los test". Y tercera vez que no doy una. Felicidad suprema, otra sonrisa de tonto, pero de sorpresa poco, ya ves, hasta me parece mentira que sea el mismo que se tiró una semana entera con cara de susto cuando decidimos que queríamos que nos pasara todo esto. Definitivamente mi intuición se ha cogido sus 15 días de Agosto y me ha dejado sola. Más tarde, como cuando se procesa un azúcar lento, he confirmado mis sospechas, tengo un compañero de embarazo increíble, y será la hormona, la felicidad o los mimos que necesito como nunca, pero todos los días me recuerda porqué va a ser tu papá y tú vas a ser tan afortunado.


Desde ese día los meses han volado, la sonrisa boba no me la he quitado ni un momento, y los síntomas, muy a mi pesar, los voy obedeciendo punto por punto. Cada día estás más grande y la vida ya ha empezado a cambiar... se lo que pensáis los que estáis al otro lado, que no me queda que cambiar ni nada, y sabéis qué, que yo también lo creo. Voy a ser mamá. Y estoy tan feliz que... que mi vida cambie, es lo mínimo que espero.

A todas las que estáis intentando ser madres os mando bien de ánimos. Si por alguna razón pensé que las buenas noticias no podían venir tan pronto era, además de por estadística,  por mi historial médico, que es un tanto complicadete. Hace años que me dijeron "si quieres ser mamá algún día ponte las pilas",  y parecía que tenía todas las papeletas para tener que luchar un poco más que las demás... si todo va bien, al menos esta vez, se quedará solo en un "parecía"... :). Suerte, mucha suerte en vuestro empeño futuras mamás, que tenemos un mundo que necesita recibir muchas más buenas noticias, aunque lleguen anunciadas en "predictors del chino".


BSO: Me haces bien - Jorge Drexler